Las grandes ciudades siguen aquejadas por la contaminación, uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Los coches, la calefacción y el sobrecalentamiento de la atmósfera producen elevados niveles de polución y sustancias nocivas.
Cada vez hay mayor conciencia por preservar el medio ambiente y aunque en España aún no está muy extendido, cada vez es más frecuente ver edificios cuyos tejados están cubiertos por un manto verde o un jardín. Los beneficios que presentan estas cubiertas son increíbles, como la reducción drástica de la contaminación. Son, sin duda, una alternativa sostenible a las construcciones más tradicionales.
¿Cómo funcionan estas cubiertas vegetales?
Las cubiertas verdes o azoteas ajardinadas, están formadas por diversas capas de materiales como tierra, arena, plantas y otras destinadas al drenaje o a evitar que proliferen las raíces. La intención de esos techos es contar con un espacio verde donde las plantas crezcan libremente, pero su principal finalidad no es estética sino ecológica, ya que apostar por estas cubiertas vegetales supone un cambio radical en el uso de la energía.
¿Cuáles son los beneficios de los tejados verdes?
Los beneficios que ofrece este tipo de cubiertas son muy interesantes. Para empezar, sirven como manto protector de la radiación solar que impacta directamente sobre los techos. Muchos estudios han demostrado que las cubiertas verdes son un aislante perfecto tanto en verano como en inverno. Las cubiertas tienen la ventaja de aislar a los edificios tanto del calor como del frío, y el grado de aislamiento depende del nivel de humedad que se acumule en las diferentes capas del techo. Esto se traduce en un ahorro energético importante que puede alcanzar hasta el 25% del consumo de aire acondicionado en verano y de un 50% del consumo de calefacción en invierno.
Otra de las ventajas de los techos verdes es que permiten aislar, proteger, impermeabilizar y aislar térmica y acústicamente el edificio. Además, estéticamente aportan una gran belleza a cualquier ciudad e incluso se pueden utilizar como huerto ecológico.
Pero más allá de lo estético, existe otro beneficio directamente relacionado con la salud. Según El Informe de Calidad del Aire, en 2014 se cifraron en 450.000 las personas que murieron de forma prematura en Europa a consecuencia de la polución. En ciudades donde la contaminación es un serio problema, los techos ajardinados son una buena medida, al menos para paliar estos efectos, ya que retienen los elementos tóxicos y las plantas filtran el polvo y la suciedad. Lo que se traduce en una reducción de la contaminación.
Los techos verdes también pueden recoger y almacenar la mitad del agua procedente de la lluvia, siendo una parte utilizada para regar la zona ajardinada y otra parte, reutilizada o reciclada como agua de descarga en el baño.
Tipos de cubiertas ecológicas
En techos planos sin suficiente espesor y sin capa de drenaje, suele producirse el mismo problema: cuando hay lluvias fuertes se estanca el agua y por tanto, la cubierta se ve muy dañada. La solución es construir un techo de una inclinación de al menos el 5% para que el drenaje sea el adecuado. En cuanto a formas de ajardinar, se pueden hacer cubiertas extensivas o intensivas según el tipo de vegetación y cuidado.
Los intensivos son aquellos que requieren mayores cuidados, como por ejemplo, plantas leñosas, superficies con césped… y hay que tener en cuenta que estas plantas son solo posibles en techos planos. Es necesario que la cubierta tenga un espesor de sustrato de 30 cm de grosor y regarla con frecuencia. Sería como un jardín, con los mismos cuidados que estos requieren. Por otro lado, está la plantación extensiva, que crece más fácilmente, no necesita ser regada con tanta regularidad ni es necesario aportar nutrientes al terreno. El tipo de vegetación que crece suele ser musgo o hierba muy resistentes a las temperaturas extremas.
¿Cuál es el origen de los techos verdes?
Parece que los países escandinavos han sido pioneros en usar este tipo de techos en sus edificios, con el fin de reducir las emisiones de CO2. De hecho, en ciudades como Copenhague, existe unalegislación sobre las azoteas verdes donde las nuevas construcciones deben contener este tipo de cubiertas. De hecho, la ciudad danesa puede presumir de poseer unos 30 edificios con techos verdes, muy a la cabeza del resto de Europa. Quién sabe si España podrá liderar ese ranking en unos años.
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